Ongaku no Tsubasa Cap.1

Una cálida mañana de verano, el sol tímidamente mostraba sus primeros rayos de luz. Los colores del cielo comenzaban a pintarse de tonos alegres y acogedores, dejando atrás la penumbra de la noche.

La joven pelirroja, abriendo lentamente sus ojos. Sensible aun por la luz de la mañana, bostezando se levanto tranquilamente de la cama. Colocándose frente a su espejo acomodo tímidamente su corto y brillante cabello. Todavía un poco soñolienta, tomo su celular. Al abrir la pequeña tapa de este, marco rápido el número que ya se sabia de memoria. Se detuvo al terminar, antes de poder llamar cerró rápido el teléfono.

<<No me dejas dormir Marie…>> <<Qué crees? Que todos se levantan tan temprano como tu?>> <<Haces que me trasnoche y también que madrugue?>>

Casi podía escuchar en su cabeza a Thomas diciéndole eso, aquel número que se sabía de memoria, que había marcado tantas veces y tenia ese impulso inexplicable de llamarle al levantarse de la cama y antes de dormir.  Ya era una costumbre, pero hoy decidió reprimirse. "Seguro que no notara que no le llame… hoy si lo dejare dormir" pensaba alegre Marie mientras se cambiaba de ropa.

Bajo a desayunar. Su mamá y su padre ya se encontraban en la mesa. Marie sonrió alegre, beso tiernamente la mejilla de su padre Phineas y saludo calurosamente a su madre Isabella.

-Qué vas a hacer hoy papá?- pregunto curiosa Marie, mirando a Phineas quien comenzaba a desayunar tranquilamente los hotCakes que Isabella había preparado.

-Hoy tengo una junta General con los ejecutivos de la empresa "Siempre Verano".

-Quieres decir tu empresa papá?.

-Si… pero no me gusta alardear JAJAJAJA.

-Si como no.- dijo Isabella poniendo el plato del desayuno a Marie, mirando pícaramente a su esposo como ocultaba su gran "modestia –Qué harás tu hija?.-

-Bueno hoy iré con Jazmín al centro comercial, compraremos un vestido para la gran cena de gala de la empresa de papá.

-Cierto… ya solo faltan 2 días para el evento, tengo que buscar  yo también un vestido.

-Con cualquier cosa te ves hermosa.- dijo Phineas mirando con amor a Isabella, quien se acerco a besar tiernamente en los labios a Phineas.

-Bien bien… me encanta sus muestras de amor, pero creo que yo mejor me voy.-  dijo Marie evitando mirar esta escena.

-Espera!... irán tu y Jazmín solas al centro comercial?

-Si mamá! Prometo que no pasara nada malo… de nuevo.

-Por favor, dile a Thomas que las acompañe. Me sentiría más tranquila si van con ustedes. No olvides que eres la hija del presidente de la compañía más importante del mundo.

-No mamá no lo olvido jajajaja.- contesto traviesa Marie mientras recordaba lo que había pasado la ultima vez que salió sola. Un grupo de espías de una de las empresas rivales habían estado asechando la casa Flynn por días, cuando vieron a la hija del presidente salir sola no desaprovecharon la oportunidad –Entrenamiento militar, eso hizo la tarea más sencilla para estos espías- tomaron por sorpresa a Marie, con una velocidad increíble la ataron de pies y manos. Nadie pasaba por la calle en ese momento –demasiada coincidencia- Marie trato de luchar con todas sus fuerzas, moviendo sus pies y tratando de liberarse, sin rendirse pero era imposible. Eran demasiados contra ella sola. Ni siquiera pudo gritar, la boca había sido lo primero que le había cubierto. Todo parecía perdido. –Cosa del destino es probable- Thomas que se dirigía a la casa Flynn observo cuando estaban a punto de meter a la joven a la gran camioneta negra, sin dudar un segundo,  a  paso veloz y firme.  Sacando un rayo laser –que usaría esa tarde para uno de los inventos de su tío Phineas- enfrento a estos extraños personajes, valientemente y solo acabo con cada uno de ellos. Gracias al invento que traía consigo Thomas no le fue difícil deshacerse de todos ellos, motivación llamarían algunos. Al sentimiento que hacia a Thomas más invencible y fuerte era el de proteger a Marie.

-Marie?.-

-Ahh lo siento mamá jajaja estaba recordando algo…-

-Por favor… llama a Thomas.-

-De acuerdo!...- Marie saco rápido se teléfono, marco un poco nerviosa y tímida esperando a que respondieran. –Bueno?... Thomas? Hola… si Buenos días. Ya desayunaste? Si me alegro… quieres acompañarme a Jazmín y a mi al centro comercial?... de acuerdo te espero.-

Phineas miraba preocupado a su hija, desde aquel día estaba más asustado que nunca de perderla. Algo que no estaría dispuesto dejar que pasara. Sintió los brazos de su esposa alrededor de el, la miro tiernamente tratando de ocultar sus turbios pensamientos. Pero ella podía verlos aunque el tratara de ocultarlos. "No te preocupes… nada le pasara" le susurro despacio a su oído, tratando de tranquilizarlo. El le respondió con una sonrisa, sin embargo no podía evitar sentirse preocupado. Aun así sabia que con Thomas no le pasaría nada a su hija. El siempre estaría para protegerla…siempre.