Diario Indira

Llego el momento de escribir mi diario.

Mi día comenzó a las 5 de la mañana. Me levante y desayune como siempre. A las 6 de la mañana ya estaba lista y preparada para ir a la escuela. Siempre la preparación es importante y tener todo listo y en orden me ayuda a ser más eficiente. Me gusta llegar temprano a la escuela. Además formo parte del comité estudiantil. Mi horario es estricto y se debe de cumplir al pie de la letra. A las 6 con 15 minutos ya estoy en mi santuario del saber. Mi padre usa la teletransportación para llevarme. Es más rápido y cada segundo cuenta. Mi hermano siempre, siempre se levanta tarde y se va a la escuela caminando. Tonteando en el camino, eso es lo que hace. Perder el tiempo.

Las clases comienzan. Historia seguida de Algebra. Un descanso de 15 minutos que uso para repasar. Caroline es un año mayor que yo. Aun así, no sé cómo lo hace, se cuela a mi salón para mostrarme bocetos de sus ideas. Hoy me mostro un boceto para leer la mente de los chicos. La idea en general está bien. Falta refinar y corregir las ecuaciones. Me entretengo y disfruto más del descanso haciendo algebra pero ahora con el factor de que si fallo terminaremos deteriorando la mente del sujeto. De Keanu. Porque sé que su sonrisa delata con quien quiere usar este aparato.

El descanso termina. Sigue Ciencias de la Salud. Ética. Luego biología y después el almuerzo.

Ahora Janeth y Daniela van a mi encuentro. Nos dirigimos a comer el almuerzo. Janeth nos apresura. Hoy servirán jamón y Janeth quiere llegar de inmediato. Mi hermano ya le ha guardado un lugar en la fila. En eso si llega a tiempo.

Me siento junto a Caroline. Le paso los planos y más enorme es su felicidad. Comienza a hablarme de unicornios. Le pido que hablemos de eso en mi casa en el horario que planeamos. Sonríe y asiente. Ella es una persona feliz. Me refiero a que contagia con facilidad su alegría.

Se nos unen Janeth, Daniela y mi hermano. Todos nos sentamos. Almorzamos. Yo llevo mi propia comida. Una dieta balanceada para alimentar adecuadamente mi cerebro.

Ethan llega tarde al almuerzo. Acompañado de  Fred y Xavier. Los saludo. Xavier me sonríe.

A pesar de que Xavier se quiere sentar junto a mí. Lo noto. No es muy sutil con sus intenciones. No puede ser sutil cuando Caroline está pegada al lado mío. Y del otro mi hermano.

Chloe, Jacob y Keanu están en un examen. No tendrán almuerzo con nosotros. Razón por la cual Caroline esta mas pegada a mí en estos momentos.

Janeth se burla. Sin su madre, sin su amor y sin su medio de entretenimiento Caroline está perdida. Ella no entiende el chiste. Ethan se molesta y le tapa los oídos a su hermana.

El almuerzo termina. Xavier se ofrece a acompañarme a mi salón. Caminando junto a él. Es mejor que el álgebra. Me siento con una extraña felicidad.

Las clases continúan. Xavier sigue en mis pensamientos. Escribo una ecuación que tenía como resultado Xavier. No se cómo fue posible o si solo lo invente y alucine. Concentración. Anoto en mi libreta que tengo que agregar alimentos que ayuden con mi concentración. Ahora apoyo más la idea del invento de Caroline. Quiero saber qué es lo que piensan los chicos.

Regreso a mi casa. De nuevo teletransportación. Cada segundo cuenta.

Repasar. Estudiar. Hacer la tarea. Estudiar. Leer a Julio Verne. Estudiar. Clase de baile. Y cuando menos lo pienso ya es hora de dormir y de planear el día siguiente.

Antes de acostarme Xavier me envía unos archivos. Es su música. La escucho. Me tranquiliza y relaja. Se sale de mi horario y aun así me gusta. Por una vez en todo el día me dejo llevar y perderme en estas notas. Esta música que no le importa seguir un horario. Solo existir. Transmitir un sentimiento. Un sentimiento que es especial para mí.